domingo, 29 de agosto de 2010

La Masacre en Tamaulipas, México, sólo la punta del tempano

Tres días después del descubrimiento de 72 inmigrantes ilegales de Centro y Sur América en un rancho en México, varias organizaciones han declarado su indignación por la indiferencia que el gobierno mexicano ha mostrado en este problema.
Los migrantes en tránsito hacia Estados Unidos, viaja a través de México con el peligro de ser golpeados, violados, robados, y asesinados. Este es exactamente lo que le pasó a esas 72 personas que buscaban el sueño americano. Fueron secuestrados por un grupo criminal de traficante de migrantes y drogas. Las víctimas eran guatemaltecos, hondureños, salvadoreños, ecuatorianos y brasileños.

El presidente de México, Felipe Calderón, condenó los asesinatos. Sin embargo, varios individuos y organizaciones afirman que el problema no es nuevo y que ninguno de los gobiernos, presentes o pasados, han hecho nada para proteger a los migrantes de convertirse en víctimas de sicarios, y policías u oficiales de migración corruptos.

La Comisión Nacional de Derechos Humanos (de México) en un reporte presentado el año pasado estimó que cerca de 20,000 migrantes eran secuestrados todos los años en México. Las razones varían desde secuestro por rescate hasta reclutarlos como parte de sus organizaciones. Cuando las familias pagan el rescate, son liberados. Si las familias no pueden pagar y los secuestrados se rehúsan a trabajar para los grupos criminales, éstos son asesinados. Algunas veces aun cuando las familias pagan el rescate, los secuestrados son asesinados. Después de matarlos, son enterrados en fosas comunes, o son cortados en pedacitos e incinerados.

Hay miles de migrantes centro y suramericanos que simplemente “desaparecen” en México. La Comisión de derechos humanos preparó una a serie de recomendaciones para el gobierno mexicano. Pero el presidente de la comisión, Raúl Plasencia, dijo que las autoridades “nunca respondieron a las recomendaciones o a las demandas de una mayor seguridad para los migrantes.

El problema es que en muchos de estos casos las autoridades están directa o indirectamente involucradas con estos grupos y son su cómplices o trabajan para ellos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario